INVITACIÓN A LA MÚSICA 2
https://www.youtube.com/watch?v=y4wzwhP0WvI
Samuel Barber
Nacido el 9 de marzo de 1910 en
West Chester, Pennsylvania. Fallecido en Nueva York, el 23 de enero de 1981.
Adagio para Cuerdas, Opus 11
El Adagio para Cuerdas fue compuesto en 1936 como el movimiento lento
de un cuarteto para cuerdas. El estreno de la versión para orquesta de cuerdas
se produjo en 1938, a cargo de la Filarmónica de Nueva York, dirigida por
Arturo Toscanini.
El Adagio para Cuerdas, la obra más popular del autor, es un ejemplo
excelente de su neorromanticismo. Inexorablemente, se eleva desde un comienzo
amortiguado hasta un clímax de gran intensidad, después del cual vuelve
suavemente al principio. A pesar del espíritu romántico de la obra, y a pesar
del intenso cromatismo que se encuentra durante y justo después del clímax, la
pieza es notablemente diatónica para una composición escrita en 1936. En
realidad, Barber utiliza —con soltura y en su propio y peculiar estilo— uno de
los modos de iglesia medievales (el frigio). El neorromanticismo de esta obra,
construida sobre la base de los materiales más simples y directos, le prestan
una calidad única: de espíritu contemporáneo, no obstante evoca tanto el
romanticismo del siglo XIX como la modalidad del siglo XV.
La estructura del Adagio es directa. Consiste de una serie
de frases, cada una de las cuales comienza lentamente (generalmente con la
entrada de una voz del coro de cuerdas tocando una nota, seguida por el resto
de los instrumentos llenando el acorde) y evoluciona hacia una melodía lírica
gradual en valores de notas iguales. Lo que hace que la pieza crezca en
intensidad, a pesar de la coherencia de la estructura de sus frases, son las
sutiles diferencias entre las frases sucesivas.
Cuando escuchamos el poderoso
clímax, puede resultarnos difícil imaginar que la pieza haya sido originalmente
concebida solamente para cuatro instrumentos. En un principio, fue compuesta
como el movimiento medio de un cuarteto de cuerdas. Barber introdujo pocos
cambios al transcribirla para orquesta de cuerdas, un medio mucho más apto para sostener las largas
líneas y las ricas armonías del Adagio.
Hacia fines de la década de 1960, el compositor escribió una tercera versión de
la pieza, para coro, utilizando el texto tradicional del Agnus Dei.
El Adagio es una obra hermosa, merecedora de su posición como una de
las más populares composiciones norteamericanas contemporáneas. Si Barber no
hubiera escrito ninguna otra pieza, esta le hubiera garantizado su relevancia
dentro de la música norteamericana.
(Del libro Invitación a la música
de Jonathan Kramer)
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